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LOS ESQUEMAS DE PONZI

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LOS ESQUEMAS DE PONZI

Carlo Ponzi era un chorizo (un ladrón ). Nació en Parma en 1882 y era indudablemente un chico espabilado, pero sus primeros tropiezos con la ley hicieron que, al cumplir 21 años, su familia lo embarcase como emigrante hacia los Estados Unidos para librarse de él. Durante el viaje en barco perdió todos sus ahorros apostando, así que al desembarcar tuvo que dedicarse a la picaresca. Trabajó como camarero en varios sitios, pero enseguida le despedían, porque tenía cierta propensión a equivocarse al devolver los cambios. Tuvo bastantes trabajos eventuales, pero siempre surgían problemas. Una vez aprendió a hablar inglés empezó a trabajar en bancos; no tardó mucho en ser encarcelado en Canadá por falsificación de cheques, y luego se ganó una condena más larga en Boston en 1911 por su implicación en un negocio de contrabando de emigrantes italianos.En 1919 dio su gran golpe. Cuando los inmigrantes italianos escribían a sus familias en Italia, empobrecidas por la guerra, incluían en las cartas unos cupones postales que se podían cambiar en Italia por sellos, y así los familiares podían contestar a la carta. Ponzi se dio cuenta de que, a causa de las devaluaciones de las monedas europeas, se podría ganar dinero comprando los cupones en Italia y vendiéndolos en los Estados Unidos. Montó una empresa, la Securities Exchange Company, y empezó a repartir cupones prometiendo unos intereses del 50% en mes y medio (un 2462% anual). Se hizo millonario inmediatamente. Las viudas hipotecaban sus casas para suplicarle a Ponzi que aceptase los ahorros de sus vidas. Los intereses se pagaban puntualmente, pero de las arcas de Ponzi no salía ni un dólar, porque todo el mundo reinvertía las ganancias en el negocio. Hubo alguna complicación legal, pero Ponzi, a sus 37 años, no sólo era un sobornador experto que se las sabía todas, sino que además ahora tenía sacos y sacos de dinero; era imparable. Se convirtió en un personaje famoso al que los periódicos ponían como ejemplo, pero un buen día un periodista se puso a investigar sobre él…El Boston Post publicó un artículo en el que un analista financiero explicaba que Ponzi no estaba haciendo nada con todo el dinero que tomaba prestado; además, para hacer frente a sus obligaciones, Ponzi necesitaría 160 millones de cupones, cuando en realidad sólo había 27.000 en circulación. La conclusión era sencilla: su negocio consistía simplemente es amontonar el dinero que le ponían en las manos.Charles PonziEs increíble la rapidez con la que se pueden propagar las malas noticias; Ponzi se vio rodeado inmediatamente de inversores furiosos que le impidieron huir. Fue condenado a 5 años de cárcel. Salió al cabo de 3, pero volvió a ser juzgado inmediatamente, y fue condenado a otros 9 años. En cuanto conoció el veredicto huyó a Florida, donde empezó a montar otra estafa, pero era demasiado conocido. Tuvo que huir de nuevo, esta vez a Texas, donde se afeitó el bigote y la cabeza antes de enrolarse en un barco mercante, pero de todas formas le detuvieron. Tras 11 años de prisión, al salir del presidio le estaba esperando una multitud para lincharle. Como la policía se vio incapaz de protegerle, decidieron deportarle a Italia. Allí inició nuevos negocios, como el contrabando de materiales estratégicos mientras trabajaba en una aerolínea, y conoció más cárceles. Murió en Brasil solo y en la miseria.Ponzi estafó unos 15 millones de dólares a 40.000 personas, y a veces se le atribuye injustamente ser el inventor de estas estafas, pero la verdad es que antes de montar su propio negocio ya había formado parte de un esquema de Ponzi en Canadá organizado por otros aventureros, que a su vez posiblemente habían sacado la idea de una estafa que realizó William Miller, apodado «520 por ciento», en 1899. Pero tampoco estos fueron los primeros.En España, Baldomera Larra, la hija del famoso escritor, y apodada «La Madre de los Pobres», organizó una estafa de Ponzi en 1876, 43 años antes de que lo hiciera Ponzi. Ofrecía un 30% de interés en un mes, y tuvo que cambiarse de casa para poder recibir a todos los clientes que la visitaban. Una fuente de la época estimó los estafados en 350.000, aunque este dato parece exagerado. Desapareció con 22 millones de reales, pero fue detenida y condenada por alzamiento de bienes; sin embargo, su condena fue rebajada a seis meses gracias a las peticiones de clemencia de sus propios clientes, y no cumplió la pena por su avanzada edad.Así pues, Ponzi debe su fama simplemente a los artículos del Boston Post, que ganó un premio Pulitzer. EstafasEn realidad, las estafas de Ponzi «involuntarias» pueden ser mucho anteriores, porque hay una forma bastante natural en la que un negocio legítimo se puede ir convirtiendo gradualmente en un esquema de Ponzi. Consiste en que un empresario pida un préstamo ofreciendo unos intereses mayores a los normales porque espera sinceramente conseguir unos beneficios espectaculares al montar un negocio. Al fracasar sus planes y conseguir ganar menos dinero del esperado, puede estar demasiado avergonzado para reconocerlo, y pagar los intereses de todas formas. Entonces los inversores satisfechos quieren reinvertir sus ganancias, y el empresario las acepta, pensando que tiene una segunda oportunidad de hacer realidad sus planes. Pero si vuelve a fracasar en su segunda oportunidad, y en la tercera y la décima, acabará gestionando un sistema de Ponzi sin habérselo propuesto. Es posible que fuese esto lo que ocurrió con Madoff y Afinsa (inversión en sellos).Los esquemas de Ponzi son un tipo peculiar de pirámides. El dinero que devuelven a los primeros inversores es simplemente el que acaban de introducir los últimos, así que los niveles de esta pirámide se van construyendo cronológicamente. Pero al compararlos con otras pirámides encontramos tres diferencias importantes:1. En un esquema de Ponzi sólo hay un estafador, mientras que en una pirámide los estafados se van convirtiendo en estafadores. Esto es particularmente importante a la hora de buscar responsabilidades penales.2. Un esquema de Ponzi crece al incorporar más personas pero, también, cuando estas personas reinvierten sus ganancias. Uno podría pensar que los esquemas de Ponzi deben fallar cuando los inversores se lleven su dinero, pero los seres humanos somos codiciosos, y son pocos los inversores que salen de su pirámide; normalmente basta con que les enseñen los intereses un momentito para convencerse de que ya han ganado.3. Suele estar claro cómo funciona una pirámide; sin embargo, en una estafa de Ponzi, los inversores simplemente se creen que el negocio está ganando dinero, porque no pueden comprobarlo personalmente.Una estafa de Ponzi puede acabar de tres maneras:1era.Los estafadores huyen con el dinero. 2 nda. El sistema se hunde por su propio peso. 3era. La estafa es expuesta.Como ocurre con las pirámides en general, los esquemas de Ponzi admiten un número enorme de variantes. Citemos por ejemplo la estafa de Adriaan Nieuwoudt, en Sudáfrica en 1984, que consistía en vender un «activador» para cultivar en leche una sustancia que luego era comprada por un precio 30% superior al activador. Tanto el activador como la sustancia eran completamente inútiles, pero cómo no se «invertía» el dinero, sino que se usaba para «comprar» el activador, no parecía en absoluto un esquema de Ponzi.

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